Encontramos una flor de vidrio rojo. Nos explican que es el más caro y que casi no se consigue por lo costoso de los materiales. Encontramos copas y hebras de vidrio azul. Las lámparas opalizadas,
"Ellos se iban a los pueblos a vender floreros, luego compraron este lote donde estamos"
Aquí son los clientes las fuentes creativas que marcan las pautas de los diseños. ellos traen sus ideas, explica Devin.
De esos estantes repletos de mercancia, sale producto para Bélgica, Holanda, Estados Unidos, Ecuador. El asomo de hermosuras formas simples, las ánforas, las jarras y garrafas, los frasquitos azules, embelesa a los turistas, que están redescubriendo en Suramérica lo que sus antepasados europeos enseñaron.
Alejandro Pachón, es el patriarca, el capataz de la comarca. Menudo de estatura, el sabio con otros sabios. Ellos hablan de los puntos de templado, de las coladas y de la resistencia térmica; de sus secretos, de sus dificultades para conseguir los materiales que son sometidas a estrictos controles, porque son controlados porque también son empleadas por los fabricantes de narcóticos. Son ellos los maestros vidrieros quienes dan honra y gloría a un oficio que parece eterno...
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